martes, 24 de abril de 2012

Casi un milagro



Este año la llegada del mundial de motos y la reapertura de la ciudad al evento, está teniendo la acogida esperanzada de los comercios y el asentimiento de los que en su día protestaban por la pérdida de su paz interior. Que, viéndola amenazada durante unos demoníacos días, al margen de innobles valoraciones económicas o de otras índole,  llegaron incluso a temer por sus vidas.

En este trance, me vienen a la memoria las Fallas de Valencia (en qué estaré pensado), con esa pesada artillería y esos premeditados incendios imposibles aquí, en esta serena y susceptible Plaza.

Así evolucionamos en nuestra ciudad, a golpes de un clandestino y repujado  llamador de nuestros escrúpulos más inciertos. Parecía imposible, pero nos hemos puesto de acuerdo en que no hay que meter palos en las ruedas; nunca mejor dicho. Casi un milagro.

SALUD

martes, 17 de abril de 2012

¿Quién será?



La decisión del Partido Popular de adelgazar las cuentas municipales, rebajando el número de nóminas a las que tiene que hacerle frente, parece irrevocable. Eso significa que cerca de cuatrocientos trabajadores con diferentes perfiles profesionales y desiguales niveles económicos pasarán a engrosar las cifras del paro.

Para llevar a cabo el análisis de las funciones de cada trabajador dentro de la estructura, su incidencia en los servicios que prestan, calcular el número más acertado para que salgan las cuentas y hacerlo de la forma más justa posible, se le ha encargado el trabajo a una empresa externa.  

Ni la oposición ni los sindicatos aceptarán el Expediente de Regulación de Empleo de la forma como se ha planteado, y el gobierno dirá “que él no ha hecho”. Antes del período de consulta y negociación, mientras los afectados se comen las uñas ¿se puede saber qué empresa es la elegida?, ¿o es mucho preguntar?

SALUD

martes, 10 de abril de 2012

Qué más da



Por lo que seguimos viendo, lo de mantener un criterio serio sobre la nominación de las calles no es algo por lo que el Consistorio pierda el sueño. Pues pensarán que, dada la gravedad de las circunstancias, se trata de un asunto menor, aunque se trate de decisiones desconsideradas con la personalidad histórica de la ciudad.

Es una obligación el reconocimiento a las personas insignes y queridas por los jerezanos. Y, para que quede de por vida constancia de ese agradecimiento a sus méritos, se le dedica una placa en el lugar de su nacimiento, una estatua o una calle, además de organizar algún otro tipo de eventos que honren su memoria. Pero renombrar las calles del casco histórico, por muy bien que se quede con los más próximos, no creo que sea lo más acertado.

Por ejemplo, a la calle Corredera se le quitó el sobrenombre del doctor Fermín Aranda y se le nombró una calle otro lugar; el doctor Fleming tiene su calle en un sitio no menos honroso; y lo de la calle Mariñiguez es que no tiene nombre.

Seamos reposados con estas decisiones y será más justo con la ciudad, con los vivos y los finados. Y, para cuando se necesite, tenemos la rotonda del Minotauro, a la que se le podrá cambiar o duplicar la denominación sin que sea desconcertante. Qué más da.


SALUD