martes, 12 de marzo de 2013

Flashmob




Quién queda por reconocerle al flamenco su grandeza y versatilidad para adaptarse a los nuevos tiempos. Son estos precisamente los mejores años de su historia, en todos los ordenes, para su proyección y desarrollo universal.

Los genios salen solos, son escasos y atemporales, por eso no requieren de preocupaciones ni miradas recurrentes al pasado. Como es costumbre, ya cansina, de los que responden a la hora de evaluar estas artes, y de camino quedar mal. Hay que terminar con eso y levantar un poquito la vista, que no se pierde nada, sino todo lo contrario.

Las manifestaciones espontáneas, que son convocadas a través de las nuevas tecnologías, para hacer protestas y reivindicaciones en la calle, tienen el nombre en inglés de “flashmob”, y así se le llama a ese abordaje en la calle medido con la mimbre de la más alta expresión artística. Con una verdad que sobrecoge y que supera al color y a las razas. Por no hablar de lo que pasa en los teatros, las Peñas o en las trastiendas. De eso se llena Jerez estos días,  de dimensiones humanas de la mejor clase. ¿Alguien da más?


SALUD