martes, 6 de mayo de 2014

Premio para todos

Al éxito del mundial de motociclismo en sus distintas vertientes: deportiva, económica, de imagen, etc., tenemos que añadirle la más importante: que todos estemos de acuerdo en arrimar el hombro para conseguir el bien común. Ese es el mayor éxito que su puede alcanzar, porque detrás de eso sí que está el gran pódium que los ciudadanos esperan de sus representantes; y que no consiste en otra cosa que hacer el trabajo entre todos.

En seguir mejorando se estará ya pensando para la gran convocatoria del año próximo, así como en los distintos eventos anunciados para este año, junto a un mayor uso y disfrute de las instalaciones por los aficionados al motor y público en general.


A lo que habrá que seguir dedicándole una especial atención es al objetivo de conseguir un mejor servicio en la hostelería y mayor control en los precios, porque los que abusan de esto nos perjudican a todos. En esto también hay que ponerse de acuerdo porque haciendo eso sí que invertimos en nuestro futuro, que a menos que surja un mirlo blanco, cada vez depende más del turismo.

Salud

domingo, 4 de mayo de 2014

Jueces en la cocina

Hay tribunales para casi todas las necesidades que tengan los ciudadanos, con carácter nacional o internacional, y todos parecen que funcionan bien, aunque lo de impartir justicia no siempre tengan una relación directa con ellos.

En nuestro país los procesos judiciales acaparan gran parte de la atención que dedican los medios de comunicación a tratar la actualidad. Y podemos observar con asombro cómo se imparten condenas o enjuiciamientos a los mismos jueces. Lo que nos crea incertidumbre y al mismo tiempo una sensación de mareo que nos obliga a inhibirnos o abandonar cualquier pretensión que se tenga de conocer unos procedimientos jurídicos que nos sobrepasan. Aunque eso no evita que cada uno, en su juicio interno, ya tenga por concluida la resolución de por qué lado, salvo excepciones, suele caer la culpabilidad o las sanciones.

Cuando pasen las elecciones europeas, una vez analizada la participación y los resultados obtenidos por los Partidos, tendremos un nuevo contexto político y también judicial, si es que se decide, a la vista de la situación en la que nos situemos, terminar ya de una vez con el casos de los sobresueldos, muy parecido en sentido abstracto a un roast beef; el lechazo de los bankia; el ajoarriero de los eres o nuestro ceviche local.

Pero, hasta que llegue ese momento, que será en breve, no he visto nada más compuesto y serio que el jurado formado por los cocineros del programa televisivo "Master Chef". Es como si ya superadas todas las deficiencias que en una sociedad civilizada en el siglo veintitrés pudieran concurrir, un cocinero tuviera mayor importancia que un lector del genoma humano o un juez de la Corte Internacional. Quizá por eso, y más que nunca, tenga fundamentada  su existencia la expresión popular, que ejemplifica la advertencia con el conocimiento, basada en la experiencia de haber sido cocinero antes que fraile.

Con ese exitoso programa de entretenimiento donde los pobres concursantes, ciudadanos, y espectadores en general - a la espera de que se clarifique el monte - aceptamos sumisos el implacable veredicto de un jurado tan ejemplar que produce grima, sobre todo cuando después de haber sido vapuleado el concursante en lo más íntimo de su autoestima por freír mal un huevo -con cara de ser nadie-, el último recurso que le queda es decir: ¡sí, chef! parece como si nos estuvieran preparando para algo. Yo, puestos a elegir, prefiero a Chicote.


SALUD