Escribe Vargas Llosa en El País "Los réprobos" sobre la decisión del Gobierno francés de suspender los actos del cincuenta aniversario de Louis Ferdinand Céline. Dice: "Céline fue, políticamente hablando, una escoria. Pero también un extraordinario escritor. Seguramente el más importante novelista francés del siglo XX después de Proust". Cerrando los ojos, en favor de la literatura, apostaría por que se celebrara el homenaje, pero abriéndolos diría que si no hubiera existido Céline, como persona, la literatura y la humanidad no lo hubiera echado de menos, y no habría nada que celebrar.