La lección

A la ola conservadora, que traía fuerza de Tsunami, se le aflojaron los remos a su paso por Andalucía. Los tiempos son difíciles y lejos de celebraciones, si Izquierda Unida decide formar gobierno con el PSOE, tendrán en cuenta que lo que se espera es cabeza, manos y pies en el suelo para salir de la grave situación económica por la que atravesamos; sin olvidar que el ejemplo y el realismo serán buenos aliados.

En el Partido Popular creían en el despido libre, en la educación y el seguro de enfermedad privados: en la ley del más fuerte. Pero abrazaron los pilares de la socialdemocracia como si fueran suyos y los andaluces que ellos esperaban, no se lo han creído. Si la lección ha sido para bien, no está tan mal.

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No va contra la modernidad

Las heridas que sufre el entorno las padecemos todos. No nos damos cuenta, pero éstas lesiones que transforman fatalmente nuestro medio, cuando no es en armonía, nos golpea en los sesos y nos desguarnece por dentro.

Por eso hay que descubrirse ante la anunciada noticia de la demolición del edificio de la Plaza Esteve, que oculta con su rumboso porte totalitario la serena integridad de la Plaza de Abastos.

Cuando esto se produzca, habremos dado un gran paso desandando caminos sinuosos que rebajan el noble oficio de maestro cantero y, quedará menos para la reubicación de la artificiosa escenografía que padece la Alameda de Cristina. Peor creo que lo tendremos con el codicioso mastodonte que abruma a la Ermita de Guía y ruboriza a la Ciudad.

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Bendita voluntad

Hay personas que, aunque el oleaje le aleje una y otra vez, no desfallecen en el empeño por llevar a buen puerto los proyectos en los que creen. Estas personas están muy próximas a nosotros, se encuentran a nuestro alrededor.

Tú mismo que me estas ahora oyendo eres así,  aunque tu ambición no sea grande ni pequeña  y tus ilusiones sean necesidades que dependen de un azar incierto, eres de los que no se rinden. Tú también tienes ese valor y debes concedértelo.

En estos días en los que hay cola para conseguir una caja fuerte en un banco mientras los parados se multiplican. Sigue habiendo gente que arriesga, y que mantiene la sartén por el mango de sus propios designios, hasta las últimas consecuencias. Como es el caso de Carmen de la Calle que acaba de abrir nuevamente en Jerez  un espacio para la cultura.

¿Es que eso no tiene mérito?

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Aquí no hay quien cobre

Si el PP quiere bajarle la deuda al Ayuntamiento de Jerez con la quita que deberán hacer los acreedores, que quieran “cobrar antes”. Muy crudo lo tendrán las pequeñas empresas, porque ¿a qué cantidad de deuda podrán renunciar si también la deben a proveedores o empleados? Y si renuncian a la parte del beneficio que les quedó en su día ¿qué cuentas hacen para sobrevivir?

Supongamos que rebajan la mitad o la cuarta parte de lo que le deben - porque mejor será cobrar algo que no cobrar nada- ¿le reducirá el banco esa cantidad de los anticipos negociados con sus correspondientes intereses?

A este tipo de operaciones sólo les pueden hacer frente las grandes empresas, que serán las que cobrarán primero, y seguramente sabrán hasta sacarle beneficio a la quita. Cualquiera sabe. Lo que parece casi seguro es que los pequeños empresarios van a cobrar cuando de Guindos se emocione con una soleá de Agujetas.

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