martes, 9 de abril de 2013

Consejo Social


Comienza una nueva andadura del Consejo Social de la Ciudad que no tenía que haber interrumpido su labor, por lo motivos que ya se conocen, y que para nada serviría entrar ahora en detalles.

Es doblemente una buena noticia que además haya habido un acuerdo por unanimidad de todos los miembros para que lo presida Rafael Padilla. Porque de eso sí que andamos faltos en cualquiera de las áreas de la política que nos rige, aun siendo esto lo que más demanda la sociedad. Con ello no quiero decir que espere milagros o aparezcan soluciones de hoy para mañana a los graves problemas que tenemos.

Esta mesa la componen personas de distinta procedencia social, profesional y posicionamientos políticos. En eso consiste su riqueza y el valor de sus decisiones.

Confío e incluso me atrevería a exigirles a sus miembros, además de los cursos de formación, que transmitan cultura del entendimiento, de la mediación y el análisis de los asuntos comprometidos con los valores universales del derecho al trabajo, la educación, la sanidad, y también de las obligaciones, siempre pensando en la mayoría. Si consiguieran algo de esto estará justificada su existencia y su utilidad.


 SALUD





jueves, 4 de abril de 2013

Apalcados





No ha ido tan mal la cosa en Semana Santa si a la natural insatisfacción de la hostelería, sólo tenemos que añadirle el ya arraigado debate sobre los palcos, o la nueva referencia a la gestión de los pasos de cebra.

Me parece bien que se pueda disfrutar de las procesiones desde un lugar cómodo y privilegiado, y como debe haber cada vez más gente que puede pagarlo, sería de género tonto no aprovechar el tirón. De lo que ya no estoy muy seguro es que sea de inteligente ir cerrando cada vez más las calles del centro a la vista del paseante ordinario, sin entrar en apostolados ni divinidades, para  complacencia de los apalcados y mayor gloria a la solemnidad.

También deben de existir razones que los comunes no alcanzamos a comprender como por ejemplo el cambio de hábito. Así el Cristo de la Expiración ya no luce de raso el viernes santo su emblema rico en matices, para ganar con oro y terciopelo esos caminos inescrutables que sólo conocen aquellos modestos sastres que creen partir la pana.

  
SALUD