martes, 20 de diciembre de 2011

Zambomba y Paz



La palabra zambomba para nosotros es llana y para nuestros vecinos aguda. Por eso cuando escuchamos decir Zambombá nos evoca un grito de guerra o nos traslada a una escena de ambiente zulú. En cualquier caso ninguna reminiscencia antropológica nos es ajena: no hay más que ver la energía empleada con la pandereta o con el carrizo.

La zambomba jerezana es una ceremonia tribal entorno al fuego, cantada con palabras laicas y confiadas a la esperanza por el nacimiento del hijo de Dios. Es entrañable, picantona y flamenca; requiere frío, lumbre y aire libre. Por eso no es aguda, porque es sutil y celeste.

La Navidad tiene mucha retranca, por eso cantamos, porque en cada uno de nosotros habitan nacimientos y estrellas fugaces que inundan con su luz nuestros rincones íntimos. Estos días siguen siendo un buen momento para seguir declarándonos con una palabra que ya parece que está en desuso: la palabra PAZ.


Muchas Felicidades y Salud

1 comentario:

Azrael dijo...

¡Bravo! Bellísimas y agudas y sinceras palabras.