domingo, 4 de noviembre de 2012

Los Parlamentarios en su Trinchera




El parlamento el día de la huelga general debe estar lleno con todos los parlamentarios de izquierda.

Eso sí, me parece un gesto consecuente que ese día no cobren su salario y dediquen la jornada de mañana y tarde a debatir los asuntos de sus competencias políticas e ideológicas. Ellos no tienen un trabajo como cualquiera, el parlamento no se debe cerrar por huelga. Salvo que se trate de una huelga revolucionaria.

Dejar de acudir al Parlamento es un gesto fuera de contexto democrático, en ese foro está representado el pueblo y la misión de los representantes en un día de huelga es hacer de ese sitio un lugar de referencia, afirmación, reivindicación que los legitime y legitime la institución.

Hoy desde dentro del parlamento se pueden hacer muchas cosas a través de los medios que se disponen para apoyar la huelga y estar cerca del pueblo.

No está bien que cuando la izquierda no gobierna, tire las patas por alto, en este caso negando su asistencia al máximo órgano de representación popular. Está feo, no es consecuente y se trataría de un gesto oportunista, que como todos siempre tienen su coste. La izquierda es vanguardista y responsable con y para las instituciones democráticas. 

Los parlamentarios de izquierda podrían hacer una manifestación de unidad reuniéndose todos en algún lugar con los convocantes de la huelga y con los ciudadanos para luego dirigirse al sitio desde donde hay que asar las patatas. Donde se legisla, donde se hacen las leyes, donde la voz del pueblo tiene que ser escuchada y ejecutada.


A mi juicio, creo que no asistiendo al Parlamento no se suma con carácter universal y se le da cancha a la derecha. Los parlamentarios ese día deben estar en su sitio, en representación de los ciudadanos, que es su trinchera.


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