Humildad y Paciencia

Estamos en la recta final para la Semana Santa, que más que una recta es como un circuito permanente en el que se sincronizan ya las actividades religiosas con las del carnaval. Este año el día del carrusel de coros también hubo procesión. Cada uno con lo suyo como tiene que ser.

En Jerez somos mediterráneos a más no poder, y le damos dos vueltas al primero de la lista, antes que. Que se lo cree Sevilla. Vamos que lo de Lutero más que una Reforma, para nosotros, ha quedado en “un chapú” de peón caminero.

Estos días la protección de la santidad nos llama a la puerta y en masa acudimos a su refugio.  Mejor eso que andar dando volteretas sin orden ni asiento. Y mejor seguir con lo nuestro, los traslados, los pregones, las entregas de camisetas, los triduos, lo quinarios y los planes de lluvia.

Lo de la crisis será para los agnósticos. Este año tendremos en procesión cuatro hermandades nuevas: La Sed, La Salud, La Pasión, y, La Humildad y Paciencia.

Por cierto que Pedro Pacheco ha destapado ya el primer cartel de la Hermandad de La Sed. Andamos sobrecargados de misticismo. Como si el tiempo se hubiera detenido.

Salud.

Papel Mojado

Uno tras otro se alinean los números como soldados que presentan armas, hasta alcanzar la cifra de mil ciento once parados más, en el mes de Enero. Ya va faltando menos para llegar a los cuarenta mil, dios no lo quiera, pero de seguir la cosa como va con estos datos, que no son falsos menos algunas cosas, aquí vamos a tener que hacer algo, y en serio.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía se dedica hoy en exclusividad a estudiar la situación del paro. Supongo que en el Ayuntamiento también estarán a la espera de ver lo que resulta de esta puesta en común, del gobierno andaluz, para hacer sus declaraciones. Al margen quedan ya los compromisos contraídos con los jerezanos, aquellas declaraciones visionarias de lo que iba a ser esta ciudad cuando gobernara el Partido Popular.

Montoro, Arenas, Cañete, Romero andan sobredimensionados de responsabilidad por las promesas contraídas con esta ciudad. Y la mochila que en su día llevaban rebosante de buenos designios, hoy no son más que papel mojado sin un triste sobre que le de refugio o destino.

SALUD