Llevo unos días pensando en
los milagros que dicen que están sucediendo en Jerez y no consigo reconocerlos
por ninguna parte. Sabemos que los milagros, como hechos sobrenaturales que
son, no están a la vista de cualquiera, pero también sabemos que para algunos son
más fáciles de apreciar. Como le ocurre a algún privilegiado que los distingue y
los comparte con afán complaciente.
Asumo que el milagro de la
tempestad calmada me ronda por la cabeza, pero tengo dudas de que sólo se trate
de un receso en el camino, y eso inquieta a cualquiera.
De todas formas, si es
verdad que los milagros existen, y el Guadalete lleva camino de convertirse en
el Mar de Galilea, hay que ir pensando ya en sacar en procesión al Partido
Popular y a Javier Arenas. Ganas no creo que falten.
SALUD
1 comentario:
Tú da ideas.Que ellos hasta se lo creen.
Un beso.
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