martes, 8 de enero de 2013

Recetas del Bosque




Como si hubiéramos atravesado un túnel nos reencontramos con la cotidianidad después de las fiestas de la Navidad. Que sería de nosotros si no existieran esos paréntesis para vivir la vida como un regalo, si no les transmitiéramos a los más pequeños algo imaginario que les haga soñar y ser feliz. Eso será lo que tendrán en su haber cuando crezcan y a los mayores nos da la oportunidad de sentir cada año una emoción sincera al vivir la sorpresa en la cara de un niño, o por preparar un pequeño regalo para las personas a las que quieres.

Pero ya integrados cada uno en su espacio habitual, del día a día, casi todos decimos ¡ya pasaron las navidades, menos mal! Y volvemos a encontrarnos con la realidad del mercado laboral, con tirar para adelante con el mes de Enero, con esos guisos caseros elegantes y ligeros de equipaje, y con las rebajas donde  miles de ciudadanos buscan surtir el armario ante la austeridad impuesta por el FMI. Que ahora dice que la política de austeridad fue un error porque perjudicó el crecimiento y el empleo. ¿No es para hartarlos de incienso y de mirra?

Agradecidos debemos estarle a Vicente del Bosque, que nos da ejemplo y nos centra en el camino correcto para comenzar el año, por recordarnos que estamos obligados a trasladar a los demás la mejor ética y conducta personal. Habría que nombrarlo, además de entrenador nacional, psicólogo de cabecera.

Salud.


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