El Festival de Jerez entra esta semana en la recta final. Cada año se viene referenciando y creciendo como uno de los eventos de mayor importancia para el conocimiento y el desarrollo de la cultura andaluza en el panorama internacional.
A través de los elementos culturales que han conformado la personalidad de este pueblo junto a la industria vitivinícola, y situando estos valores en el sendero de una comercialización acertada, Jerez se está convirtiendo en el centro de la diana de la producción turística de la provincia.
Pero ninguna de estas
iniciativas individualmente o en conjunto pueden absorber el alarmante índice
de desempleo que la ciudad padece, al menos hasta dentro de unos cincuenta años
si la actividad económica no engarza con otros derroteros.
En cualquier caso hay que
felicitar a todos los que suman ilusiones, abren las mentes y se dejan la piel
en el intento por conseguirlo. Que han sido y son también muchos.
SALUD
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