De la misma forma que en el S. XIV los jerezanos de la población de La Ina levantaron una ermita para conmemorar la victoria de Alfonso XI contra los musulmanes. En el S.XXI han dedicado una plaza del pueblo al maestro Toni, como le llaman cariñosamente a Antonio Granados, profesor del colegio público que educa también a niños jerezanos de El Mojo, Cañada del León y Rajamancera. Este colegio público de la Ina ha sido reconocido con dos premios nacionales por su labor pedagógica desarrollada en silencio durante 16 años. No estaría de más que para el próximo año en el día de San Dionisio se le concediera el honor de llevar el pendón de la ciudad junto con el equipo docente.
Casi siempre los héroes silenciosos de la sociedad son la gente corriente. Como los jóvenes de la Barriada la Granja que han salvado de las llamas a dos niños y a su abuela arriesgando sus vidas. Saliendo de la hazaña, con humo en los pulmones, las orejas tiznadas y con el reconocimiento de los vecinos por su valor y coraje cívico.
Uno se puede preguntar si igualmente, se tiznarían las orejas algunos de esos banqueros que cobran 14 millones de euros al año, si se vieran en el mismo trance. Seguramente sí, pero mejor que no vuelva a ocurrir o que coja a los bomberos cerquita.
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