martes, 28 de octubre de 2008

Aire, Aire


“Aire, Aire, /que tenga la puerta abierta/ la alegría pa’ la casa”, cantaba José Mercé, sin pensar en la cantidad de metales pesados que nos podemos tragar, como el que no quiere la cosa.

Aquí en Jerez el aire engaña, porque si me dijeran que la Ronda de Muleros o Madre de Dios tienen el peor aire de la provincia, podría llegar a mover la cabeza y decir: ¡si yo lo sabía! Pero, por lo visto, es en las zonas de Chapín y de la Cartuja donde los jerezanos respiran peor aire que si vivieran en Algeciras.

Con la que está cayendo, sería como para cerrar la fábrica de botellas a cuenta de la contaminación, porque más chimeneas no hay, aparte de la que está en Santo Domingo o el puesto de castañas de la Alameda Cristina… En Jerez los agentes contaminantes tienen que venir de otro sitio – ¿Será por el incienso, que aquí en Jerez se consume, tela? -

Lo que hacía falta ahora es que también nos faltara el aire. Porque ya me dirán ustedes cómo se va a poner el ambiente cuando se coma los polvorones uno que yo me sé.

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