Cuando los carnavales eran fiestas típicas, esa expresión de pulida cultura popular era considerada por las clases lustradas de la sociedad poco menos que de chabacana expresión o de morralla populachera; y, no digamos ya, lo que se pensaba de un manifestante o de un huelguista.
Hoy, a los segmentos conservadores y a los profesionales de élite no les asusta la calle y se manifiestan o hacen huelgas sin excesivo cuidado por evitar sufrir una mutación. Así las cosas, la libertad y la convivencia siguen ganando terreno: “la calle” es ya de todos y no sólo de menesterosos, revolucionarios, actores o intérpretes del vivir sedicente.
Ser pobre o pertenecer al pueblo siempre estuvo mal visto. De tal forma que cuando un plebeyo llegaba a ser militar o cura, para la familia y su entorno suponía “un subidón de autoestima”. Y, aunque ese ascenso social no impidiera del todo el indeleble retraimiento que ocasionaba proceder de un origen humilde, al menos lo amortiguaba. Reírse de todo eso, disfrazarse, expiar lastres y dictar sutil venganza en beneficio de una pretendida y justa salud social son las bienaventuranzas del carnaval.
Los carnavaleros jerezanos están demostrando que son unos “jartibles” de verdad; y por eso mismo, por güena gente y por el favor que le están haciendo a la ciudad forjando una afrenta a “la vergüenza ajena jerezana”, a la compostura y a la falta de cintura para reírnos de nosotros mismos. Se están haciendo acreedores del respeto y la simpatía de los jerezanos que tenemos la cara como un cuadro.
5 comentarios:
gracias Paco en nombre de los "jartibles" carnavaleros y carnavaleras jerezanos y jerezanas
en cadiz hay que mamar...
Cierto es que en Cádiz, el carnaval, perdón, el Carnaval, es una seña de identidad de un pueblo abierto desde siempre a todas las culturas. Un pueblo que, desde siempre, ha sabido reirse hasta de su sombra.
No obstante, a esos "jartibles" de Jerez que se empeñan en celebrar la fiesta, con ellos hay que quitarse el sombrero y no porque el carnaval de Jerez sea una maravilla, que todos sabemos que no lo es (igual que en Cádiz tampoco saben celebrar una Feria por mucho que se empeñen), sino por eso que comentas Paco, precisamente, por demostrar que la calle es de todos y que si en Semana Santa está hasta bien visto ir "disfrazados" de cofrades, en Carnaval, cada cual que se ponga su máscara.
Querido tigre:
¡Qué tufillo más desacorde con el fondo me parece que desprende, así de tajante lo de "mamar en Cádiz"! Es como si la gracia, por un descuido de baño, se hubiera resbalado hasta los tobillos. Pero es sólo un impresión, eh?
Es cierto que con Cádíz en Carnaval, hay que mamar, mamá.
un saludo
Los gaditanos de la Capital, siempre tan salameros.
JMB
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