
Con aquel impulso regenerador con el que comenzó su andadura el Partido Socialista de Andalucía (new wave) se le dio ubicación en el Palacio de Villapanés a la futura Fundación Ramón de Cala (eran tiempos en los que se respiraba un ánimo de sorpasso por parte del PSA: un partido nuevo, con ideología de izquierda, capital humano de diversa procedencia -incluidos distinguidos guiños a militantes socialistas- y un liderazgo fuerte administrado por Pedro Pacheco, que llevó a la alcaldía al P.P. y a continuación al PSOE con mayoría absoluta). Pero, a lo que iba, todavía está en la puerta principal del Palacio el cartel anunciador de la proyectada Fundación; desgastado por la lluvia que ha caído desde entonces pero firme y fuerte, gracias a dos pilares de hierro que lo sostienen y que, hasta el momento, nadie ha quitado.
Lo bueno que tiene el Palacio de Villapanés es que, por sus dimensiones, permite lo que le echen: museos, viviendas, escuelas de hostelería, fundaciones, residencias para estudiantes, universidad; de todo, menos equipamientos sociales y de participación aunque sea en una buhardilla (el gobierno municipal socialista debería madurarlo). Por eso, este edificio es un tesoro para el Barrio de San Miguel y para la ciudad. ¿No merece la pena, que ya es hora, sentarse y planificar algo serio con este edificio? ¿O es que en Jerez la novedad como recurso va a terminar siendo una identidad para hacer política?
1 comentario:
Para eso haría falta, como a Pomponio, un Jesús que conociera la ciudad y tuviera además la cabeza bien amueblada. El problema es que en su lugar tenemos a algún árabe que no para de darnos aguas emponzoñadas.
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