lunes, 6 de junio de 2011

Llámame como siempre



Quizá sólo se trate de un gesto espontáneo y sincero, de cercanía, el que ha tenido Rubalcaba pidiéndoles a los militantes de su partido que le llamen Alfredo. Mi duda es si, de verdad, se trata de eso o de un plan diseñado por algún asesor de imagen que se le ha empotrado entre ceja y ceja. Porque si está cayendo el diluvio y lo que muestro es preocupación por el color de mi impermeable, lo mas seguro es que quién me escuche piense, con razón, que soy un mameluco; a menos que el agua ya me esté llegando al cuello, y lo que quiero es que me recuerden por mi sentido del  humor.

Rubalcaba me parece un candidato sólido y competente para dirigir el Partido Socialista y para ser Presidente del gobierno, pero si empezamos con las tonterías: apaga y vámonos. Por si acaso, pudiera ser de utilidad, pongo como ejemplo a José Luis San Pedro, que con una libreta y noventa y cuatro años, anda pasado de edad, de sabiduría, de coherencia y de marketing. ¿Acaso le falta credibilidad o tiene dificultad para conectar la gente?

Es bueno desdramatizar, pero cuidadito con caer en la artificialidad, que no está el horno para bollos.

SALUD

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