Ana
Rosa Quintana la periodista, la mujer que nos vende su cara en perpetuas
portadas de revistas. Además de tener todo lo quiere, y casa en Sotogrande,
declara que es una forofa del camping. Lo que quiere decir que le gustan los
igloos, los baños colectivos, el calor del medio día, las picaduras de mosquitos y las bolsas de
hielo fundido. Esta popular líder de audiencias podría callarse, pero no lo
hace porque la frivolidad le ha calado los huesos y la vanidad le ha taponado
los sentidos, al querer tomarnos por tontos, de esta forma tan imbécil.
De
la misma manera que el recibo extra de agua, que tendremos que pagar en Jerez
este verano, no le afecta a los vecinos del Puerto. A los jerezanos sí nos
afecta la zona naranja que han puesto en Valdelagrana. Porque allí aparcan los
que no tienen nada de lo que tiene la señora Quintana y, como tampoco podrán
irse de camping, son doblemente multados al tener que pagar por horas sus baños
en la playa.
En
realidad lo que está ocurriendo es que está saliendo a flote el desprecio
congénito e imperecedero a los más endebles, y nos quieren hacer creer que es
cosa de la crisis,
SALUD
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