martes, 23 de septiembre de 2008

Encajes de Bolillos


Dentro de la Semana Europea de la Movilidad ayer celebramos en Jerez el “Día sin mi coche” cortando la calle Corredera al tránsito de vehículos privados (Lo que los Europeos no saben es el lío que se forma en la cuesta del Palenque). Todo sea por una ciudad más sostenible.

Obediente con la iniciativa municipal y dentro de mi plan personal de movilidad, me programé ayer un viaje por la ciudad en mi autobús fantástico, que también es gratis. En mi viaje por la ciudad pude contemplar un sorprendente “Disneyland Jerez”. Viajé dentro de un gran parque temático en una ciudad llena de guiñoles y actividades recreativas, con las calles llenas de turistas vestidos de arrumbadores, de vendimiadoras, de caballistas, de Lola Flores o de Tío Pepe paseando con sus parejas, bebiendo fino y comiendo papas fritas. Qué lástima que me despertaron dos avisos, el primero la sirena de la fábrica de botellas y el segundo la sirena de Domecq. Entonces me acordé de los bocadillos liados en papel de periódico, del cabo manta y de las cunitas de Mariano.

Para rematar la faena me vi envuelto en un congreso de encajes de bolillos, de donde no podía salir porque no encontraba la puerta. En fin, que con tanta sostenibilidad las siestas de la vendimia se me están haciendo muy profundas. Menos mal que dentro de poco ya estarán aquí las zambombas

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