Como en la tradición católica el Limbo describe el estado o lugar a donde van a parar las almas de los buenos creyentes que han muerto antes de la resurrección de Jesús, como es el caso de los que mueren a corta edad sin haber cometido pecado, pero que no se han podido librar del “más original” por el bautismo. En la izquierda política también tenemos nuestro Limbo a donde va a parar todo aquello que tímidamente abducimos como ¿políticamente incorrecto?
En ese Limbo político se encuentra el caso de Cuba, “País tan nuestro” para el que deberíamos defender, con todos los medios a nuestro alcance, elecciones libres, libertad de prensa; todo eso que tenemos nosotros. Y no lo estamos haciendo. Supongo que estamos a le espera de que lo haga algún líder político que tenga el pedigrí suficiente como para que perdamos la timidez y digamos no a la dictadura militar; sí a la democracia y la libertad en Cuba.
El cambio político en Cuba no debe postergarse. Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, iconos de la revolución y representantes del arte y la cultura, piden abiertamente el cambio político en la Isla. En la presentación de su último disco, Silvio dijo que hay que superar la "erre" de revolución y que el país está pidiendo a gritos "evolución". También pidió ser honestos y no achacar todos los problemas de Cuba al bloqueo norteamericano, "Hay responsabilidad en parte por el hostigamiento sufrido", dijo, "pero no podemos echarle toda la culpa a eso porque es mentira".
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