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Los primeros gallos de pelea españoles que se exportaron a América en el siglo XVI eran de Jerez. Hace unos años existían en la ciudad numerosos criadores y seleccionadores de gallos además de varias galleras que ya son una historia desconocida para la mayoría de los jerezanos. Lejana y muy reducida ha quedado esa actividad en Jerez, pero no, en muchas localidades de la provincia donde se continúa con la afición a la crianza y a las peleas de gallos.
En Jerez “se detectó” el otro día a un menor en una pelea de gallos. La denuncia de los vecinos y la eficaz intervención de la policía, evitaron que los gallos malheridos terminaran con lesiones irreversibles o peor aún, en la olla de algún carnívoro desaprensivo.
Quizás lo más importante de todo es que se ha advertido al menor de esa actividad ilegal que aprendió de nuestros antepasados. Lo mismo se ha conseguido que ese menor, apasionado de las peleas de gallos, reflexione y se dedique a una cosita más correcta. Y quién sabe si se ha evitado también, que de mayor, se dedique a hacer grafitis.
¡El progreso no tiene límites!
12 Junio 08