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Los pescaderos de La Plaza dicen que han bajado las ventas a la mitad con lo cual, una de cada dos personas que antes comían pescado, comen ahora un 50% más de pollo o de macarrones.
La confederación de empresarios está haciendo un esfuerzo tremendo para que se reconozca la crisis: que se diga, que se certifique y no hay manera. Han pasado los años gordos y ahora que hay crisis ¡no se quiere reconocer!
Es angustioso lo que están pasando en la confederación con esta falta de reconocimiento de la crisis (Yo mismo me siento precipitadamente acongojado). Y más cuando dicen que hay unas mil empresas que están buscando suelo industrial para instalarse.
El otro día y como el que no quiere la cosa, escuché una conversación de los que tienen… “la de Ubrique”, a punto de darle, una angina de pecho. Se quejaban de lo difícil que se está poniendo, contratar en los bancos una caja fuerte de esas que salen en las películas, donde se esconde de todo, menos, la declaración de la renta; y de que “no se está reconociendo la crisis y lo que queda… por llegar”.
Mis espiados estaban de acuerdo en una cosa: ¡hay que esperar!
Así que de esta información deduje, que hay dos menos que ya no necesitan suelo para invertir, pero ¡por favor! que quedan novecientos noventa y ocho buscando un sitio ¡a ver si les hacemos un poquito de hueco! que Jerez es muy grande. O nos van a terminar saliendo los macarrones… por las orejas.
La confederación de empresarios está haciendo un esfuerzo tremendo para que se reconozca la crisis: que se diga, que se certifique y no hay manera. Han pasado los años gordos y ahora que hay crisis ¡no se quiere reconocer!
Es angustioso lo que están pasando en la confederación con esta falta de reconocimiento de la crisis (Yo mismo me siento precipitadamente acongojado). Y más cuando dicen que hay unas mil empresas que están buscando suelo industrial para instalarse.
El otro día y como el que no quiere la cosa, escuché una conversación de los que tienen… “la de Ubrique”, a punto de darle, una angina de pecho. Se quejaban de lo difícil que se está poniendo, contratar en los bancos una caja fuerte de esas que salen en las películas, donde se esconde de todo, menos, la declaración de la renta; y de que “no se está reconociendo la crisis y lo que queda… por llegar”.
Mis espiados estaban de acuerdo en una cosa: ¡hay que esperar!
Así que de esta información deduje, que hay dos menos que ya no necesitan suelo para invertir, pero ¡por favor! que quedan novecientos noventa y ocho buscando un sitio ¡a ver si les hacemos un poquito de hueco! que Jerez es muy grande. O nos van a terminar saliendo los macarrones… por las orejas.
06 Junio 08
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