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Hay cosas que uno se tiene que creer porque lo dicen los expertos. Como por ejemplo, el embarazo psicológico que ha tenido la hembra de lince ibérico del Tempul que se llama Azahar. En Jerez la consigna del embarazo psicológico lo venimos gestando desde hace mucho tiempo en el terreno político, por lo que no es de extrañar, que hasta los animales estén afectados.
Como estrategia para mantener la psicología de la ciudad: expectante e ilusionada con el parto; a los jerezanos nos llevan muchos años dejándonos preñados de macroproyectos y eventos. Lo peor es que esa costumbre continúa como un hábito adquirido.
Jerez sigue siendo vino y bodegas, a pesar de todo. Esa es, nuestra cultura más genuina, el valor y el referente más importante para la industria turística. Pero nosotros seguimos quitándonos las pergañas del tiempo sentados en el almijar de las novedades.
Ya empieza a ser agotadora esa continuidad en la venta de primicias con carácter recurrente y a veces espurio. Algún día, los jerezanos haremos uso de todo lo que ya tenemos y sobre eso construiremos el futuro. Mientras llega ese día, Fran el lince macho que viene cubriendo a Azahar, está a la espera de que le llegue de nuevo el celo y se deje de tanta psicología.
24 Abril 08
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