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Aunque la Feria de la Vendimia tenía un componente comercial muy importante para la promoción de nuestros vinos en los mercados internacionales, las ferias especializadas ofrecen mayores posibilidades de intercambio de conocimientos de otros productos; de oportunidades de negocio para los productores o para elevar el nivel de percepción global de Jerez como ciudad del vino, que es lo que siempre fue, por encima y a través de todas las ciudades que con posterioridad se han creado al hilo de cualquier actividad posible. De forma que a Jerez la venimos configurando como una Ciudad de ciudades que va ampliando su oferta turística y a la vez perdiendo su identidad histórica y auténticamente reconocida como Ciudad del Vino.
Con casi un siglo de retraso se promovió en Jerez con éxito una Feria Internacional y desde hace una década, cada dos años, tenemos en Jerez el Salón Internacional del Vino (VINOBLE) que ha venido superándose en prestigio y excelencia hasta… “tocar techo” y “mejorar la calidad no se puede”… según las declaraciones del comisario de la feria Don Carlos Delgado. Valorando la sinceridad y el entusiasmo con que se ha expresado el comisario de la feria, cualquiera diría que Vinoble ha cogido una depresión como un tonel de castaño.
Todo es siempre mejorable y muchas cosas también dependen del presupuesto con el que se cuenta, pero sin ilusión y sin ganas difícilmente se podrá mejorar nada en la vida.
El Sr. Delgado es un gran experto y profesional que ha sido capaz de hacer de Vinoble un referente en el mundo de vino. Pero hoy yo le recomendaría siguiente vinoterapia: en el desayuno, merienda y cena una copa de palo cortado para que le eleve el espíritu, y para los fines de semana un “winespa” de cuarenta y ocho horas, compartido, con los responsables de la promoción de la ciudad.
Con casi un siglo de retraso se promovió en Jerez con éxito una Feria Internacional y desde hace una década, cada dos años, tenemos en Jerez el Salón Internacional del Vino (VINOBLE) que ha venido superándose en prestigio y excelencia hasta… “tocar techo” y “mejorar la calidad no se puede”… según las declaraciones del comisario de la feria Don Carlos Delgado. Valorando la sinceridad y el entusiasmo con que se ha expresado el comisario de la feria, cualquiera diría que Vinoble ha cogido una depresión como un tonel de castaño.
Todo es siempre mejorable y muchas cosas también dependen del presupuesto con el que se cuenta, pero sin ilusión y sin ganas difícilmente se podrá mejorar nada en la vida.
El Sr. Delgado es un gran experto y profesional que ha sido capaz de hacer de Vinoble un referente en el mundo de vino. Pero hoy yo le recomendaría siguiente vinoterapia: en el desayuno, merienda y cena una copa de palo cortado para que le eleve el espíritu, y para los fines de semana un “winespa” de cuarenta y ocho horas, compartido, con los responsables de la promoción de la ciudad.
22 Nov. 07
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