.
Este año, se me acumulan las fiestas y los puentes de forma que no doy abasto. Se me amontona la ropa en la alcoba, donde tengo: el smoking de fin de año que me han traído de la tintorería, el disfraz de los carnavales, la túnica de semana santa, el mono de motero, el traje corto y los “meybas” - que ya los he sacado - porque este año nos vamos a poner como Antonio Machín si sigue el tiempo como va.
Me siento estresado y ahora no me puedo quitar de la cabeza, la niña de Rajoy porque, yo también, la tengo alojada en mi mente y en mi corazón. Me pregunto, cómo será el angelito y no sé por qué, aparece en mi imaginación la cara de Ana Botella, que ya no es una cría, ni conmueve mis sentimientos.
Imaginando como sería esa niña, opino que será también, digo yo…, como la hija de Zaplana o de Acebes y seguramente también será como la que tiene en mente Rouco Varela. Menos mal, que es una niña porque si fuera niño, seguro que se me tatúa en el cerebro la cara de José María Aznar vestido de almirante en la primera comunión ¡Las cosas que tiene la mente!
Y… cavilando, también me pregunto quienes serán las fuerzas ocultas que se dedican a fastidiar gratuitamente. Ahora le ha tocado pagar a los arboles de la calle Porvera la malicia de los que quieren desestabilizar la convivencia matando a las jacarandas. A estos diabólicos jardineros, habría que encerrarlos con la niña del exorcista.
06 Marzo 08
No hay comentarios:
Publicar un comentario