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Cinco años antes de que finalizara el siglo XX se separó la entonces pedanía de San José del Valle del ayuntamiento de Jerez al que había pertenecido, desde el siglo XIV. Desde su independencia, San José del Valle habrá superado o seguirán en ello, sus necesidades urbanísticas, sociales y financieras y además, ha alcanzado, un importante nivel de conocimiento a escala nacional por la nobleza y bravura de los toros de Fuente Ymbro “con denominación de origen Vallense”.
Hablando de segregaciones, la Junta de Andalucía ha desestimado la separación de otra localidad pedánea del Municipio jerezano; así que, a La Barca de la Florida (creada en 1948 y declarada en 1957 Entidad Local Menor) se le viene abajo su expectativa de “divorcio legal” por que incumple los requisitos de la ley.
Cuando las necesidades de las poblaciones menores no son cubiertas y esto se convierte en un embarazo político que deriva en una demanda separatista, es porque el demandante espera obtener por sus propios medios lo que no obtiene de los recursos que son comunes. Los asuntos coyunturales de diferente naturaleza que se han venido dando y solucionando de distinta forma en el municipio de Jerez, en relación con las pedanías, deberían ser resueltos con responsabilidad y cumpliendo con las obligaciones.
Históricamente, Jerez no ha dado a las Pedanías el protagonismo que merecen ni ha correspondido de forma objetiva a la aportación que éstas hacen al desarrollo de la Comarca.
Ahora estamos en un buen momento político para que el Ayuntamiento matriz tome la iniciativa y ponga encima de la mesa un plan que garantice la participación necesaria para cubrir las demandas básicas de la Pedanías y Núcleos Rurales; con el fin no sólo de hacer, en justicia, un Jerez entre todos sino en hacer que, ser Jerezano de la Barca, de Torrecera o lo que se cree que fue el Reino de Tartsi (llamado hoy Mesas de Asta) sea, un compromiso solidario y una satisfacción.
13 Dic. 07
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