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Con un ladrillo de gafa a modo de prismáticos, los líderes del PSA han trazado una estrategia de supervivencia y consuelo al iniciar un proceso de fusión con el PA.
Desde luego, hay que ser bondadoso con la política para volver a creer en un proyecto andalucista y hay que echarle coraje para promover un bloque nacionalista.
Sin los veteranos lideres del andalucismo (apolillados y desangrados a machete andalusí) la propuesta de lista para unas elecciones Autonómicas y Generales, será, mas que una atrayente formación electoral, una oferta de plantilla de mantenimiento para cuidar los rescoldos del nacionalismo andaluz; al que no le faltó espacio político a pesar de sus líderes.
Al menos que del turbante del mago salga alguien que se haga escuchar con credibilidad, ese acuerdo pragmático que se pretende, será una firma en un lebrillo excesivamente cuarteado que a duras penas soportará un último majado.
Aunque difícil lo tienen, el esfuerzo se lo agradecerán los votantes si el PSA a la vista de la casquería en la que se esta convirtiendo IU y el raquitismo neuronal del PA, es capaz, de inyectar creatividad con un discurso fresco y consecuente con la moderación nacionalista de los andaluces. (Aunque los militantes jerezanos necesitarán un día de San Juan, en exclusiva, para redimirse de la propaganda acumulada durante años de transplantes de órganos y de siglas).
Es saludable para Andalucía que exista un partido que aporte un discurso diferenciado y que vertebre entre los grandes, porque esto ayudará a la sociedad andaluza a enriquecerse con la pluralidad de pensamiento y opciones políticas.
Una interrogación
¿Es lo mismo, una fundición que una fusión o que una confusión? Pues, puede llegar a ser lo mismo, si no, que le pregunten a IPJ.
Desde luego, hay que ser bondadoso con la política para volver a creer en un proyecto andalucista y hay que echarle coraje para promover un bloque nacionalista.
Sin los veteranos lideres del andalucismo (apolillados y desangrados a machete andalusí) la propuesta de lista para unas elecciones Autonómicas y Generales, será, mas que una atrayente formación electoral, una oferta de plantilla de mantenimiento para cuidar los rescoldos del nacionalismo andaluz; al que no le faltó espacio político a pesar de sus líderes.
Al menos que del turbante del mago salga alguien que se haga escuchar con credibilidad, ese acuerdo pragmático que se pretende, será una firma en un lebrillo excesivamente cuarteado que a duras penas soportará un último majado.
Aunque difícil lo tienen, el esfuerzo se lo agradecerán los votantes si el PSA a la vista de la casquería en la que se esta convirtiendo IU y el raquitismo neuronal del PA, es capaz, de inyectar creatividad con un discurso fresco y consecuente con la moderación nacionalista de los andaluces. (Aunque los militantes jerezanos necesitarán un día de San Juan, en exclusiva, para redimirse de la propaganda acumulada durante años de transplantes de órganos y de siglas).
Es saludable para Andalucía que exista un partido que aporte un discurso diferenciado y que vertebre entre los grandes, porque esto ayudará a la sociedad andaluza a enriquecerse con la pluralidad de pensamiento y opciones políticas.
Una interrogación
¿Es lo mismo, una fundición que una fusión o que una confusión? Pues, puede llegar a ser lo mismo, si no, que le pregunten a IPJ.
08 Nov. 07
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